25 marzo 2009

Introducción general a la Edad Media

El periodo de la Edad Media europea comprende un periodo de casi diez siglos. A grandes rasgos podríamos situar a la Edad Media entre la caída del Imperio Romano y el descubrimiento de América. A lo largo de este tiempo, el cristianismo se va consolidando conformando una teología que se impondrá en la sociedad. Prácticamente todo el pensamiento medieval gira en torno a la figura de Dios a partir de la cual se intenta fundamentar las preguntas que mueven la mentalidad humana.
El cristianismo medieval se construye a partir de la caída del imperio romano, y la herencia griega y romana se difumina a lo largo del tiempo, hasta que el mundo musulmán lo recupera y lo reintroduce al final de la Edad Media configurando en parte el Renacimiento. A las influencias grecoromanas habría que incluir a la cultura semítica, y en especial, al mundo hebreo. La teología medieval es una simbiosis entre estos dos mundos, el religioso semítico y el filosófico griego.
Las tres principales características de la Edad Media son: Sociedad cristiana, sociedad feudal y sociedad jerarquizada que acontinuación veremos con más detenimiento.
La sociedad cristiana
La cristianización de la sociedad medieval es la principal de las caracteríticas. El cristianismo consigue instaurar su modelo teológico en todas las esferas de la vida cotidiana y en la conformación de la cosmovisión del mundo o forma de concebir la realidad. Para ello impone una única fe sustentado en los dogmas de la Iglesia; una única lectura de la Sagrada Biblia; una única lengua culta, el latín; y un estilo estilo estético que se irá desarrollando a lo largo de la Edad Media.
A partir del siglo X, la Iglesia empieza a ocupar la cúspide del poder. La Inquisición se encargará de redirigir la fe a base de torturas y miedo. El saber queda enclaustrado en abadías, lugar donde replicaban los libros. También se empiezan a constituir las primeras universidades que estuvieron en manos de dominicos y franciscanos.
Sociedad feudal
Su principal característica fue el contrato feudal. Contrato entre un hombre libre, el vasallo, que entraba al servicio de otro hombre libre más poderoso, el señor o la Iglesia.
En esta época, los reyes y señores más poderosos pagaban con tierras los servicios que recibían. A esto se llamó beneficio o feudo. De esta manera, se formó una cadena de dependencia, en la que el noble de menor rango servía al de rango superior, y así sucesivamente hasta llegar al rey, o el Papa, que era señor de todos los vasallos.
Los vínculos feudales devolvieron cierta unidad, dentro de la cual los señores renunciaban a parte de su libertad. Bajo la dirección de sus señores feudales, los vasallos pudieron defenderse de sus enemigos, y más tarde crear principados feudales.
Sociedad jerarquizada
La sociedad medieval está jerarquizada de acorde a un modelo teológico explicitado por San Dionisio (posteriormente conocido como Pseudo Dionisio). Este autor, uno de los más influyentes en la Edad Media describió la jerarquía celeste. En base a esta jerarquía se estableción diferentes niveles en la sociedad medieval




Concepción de la naturaleza en la Edad Media

En la concepción de la naturaleza que encontramos en la Edad Media posee una influencia platónica muy fuerte. El mundo está dualizado en dos categorías básicas: lo espiritual y lo material. Dentro de lo espiritual podemos situar al cielo, el alma, lo bueno, y en general todo lo que consideraban como positivo. Sin embargo, todo lo referente a lo material tenía una concepción negativa, y allí se sitúa el cuerpo, lo femenino, y por supuesto, la naturaleza. La realidad se sitúa en lo espiritual, y lo material es ilusión y origen del sufrimiento humano. La muerte es la liberación ante el sufrimiento, la injusticia y lo efímero.

21 marzo 2009

Aristóteles

Aristóteles fue el principal discípulo de Platón. Sin embargo, su pensamiento va a cobrar autonomía propia y una sorprendente originalidad. Con Aristóteles nos encontramos ante el primer pensador que sistematiza por escrito su pensamiento. Sus textos son los primeros ensayos que en su día redactó a modo de apuntes para sus lecciones en el Liceo.
Platón y Aristóteles han sido los dos pensadores más influyentes en la historia de la filosofía occidental, hasta tal extremo, toda la historia de la filosofía son dos notas a pie de página de estos singulares pensadores.
El pensamiento de Aristóteles disiente del platónico en muchos aspectos. En primer lugar, Aristóteles no aceptó la teoría de las ideas, ni el dualismo propio del pensamiento platónico. Para Aristóteles no hay dos mundos, sino uno formado por diferentes esferas a cada cual más perfecta y más inmóvil. Toda la materia tiende hacia la quietud o perfección. En el extremo de la perfección se encuentra el motor inmóvil, que a su vez, es el fundamento del mundo físico.
Aristóteles en vez de partir de la unidad y deducir sus implicaciones para dar cuenta del kosmos, parte de lo que observamos en la naturaleza.

20 marzo 2009

Platón



En la obra de Platón encontramos la síntesis de tres grandes pensadores que le precedieron:

Pitágoras, Heráclito y Parménides.

De Pitágoras recoge la idea que las matemáticas son absolutamente reales, pues no dependen de los sentidos, que siempre nos pueden inducir a engaño, y además son abstractas. Platón concederá un lugar muy importante el estudio de la geometría para desarrollar las capacidades más nobles del ser humano.

De Heráclito recoge su pensamiento para hablar del mundo que observamos, un mundo en continuo cambio. Sin embargo, Platón por el hecho de que los objetos sensibles cambian es razón suficiente como para desconfiar del mundo sensible y apostar por un mundo donde las cosas no cambian, como por ejemplo, los objetos matemáticos.

De ahí la importancia del pensamiento de Parménides que a partir de su poema inicia el discurso ontológico o del ser. De Parménides recoge el discurso acerca del ser. Un ser inmutable, que no cambia, y como en el mundo que observamos no encontramos ningún objeto que corresponda con las características señaladas por Parménides, Platón crea la teoría de las ideas. Esta teoría habla de la existencia de dos mundos: el mundo de las ideas cuyas características corresponderían por las señaladas por Parménides, y el mundo sensible, el mundo que es susceptible de ser observado. La realidad se encuentra en el mundo de las ideas, mientras que el mundo sensible es un mundo ilusorio.

Desde un punto de vista epistemológico o desde la conformación del conocimiento humano, el mundo de las ideas es accesible por medio del pensamiento, y el mundo sensible es accesible por medio de los sentidos. Si realmente queremos conocer la naturaleza de las cosas debemos de desconfiar de los sentidos y recurrir al intelecto, aquel que opera con las ideas inmutables y eternas.
Desde un punto de vista estético, la belleza reside precisamente en el mundo de las ideas. La idea de belleza está íntimamente vinculado con la idealización de su teoría. Todo aquello que se situe en el mundo de las ideas es bello, justo y verdadero. Esta idealización se plasmará en el arte y arquitectura respondiendo a valores que giran en torno al ciudadano y a normas de carácter matemático o geométrico. La finalidad es alcanzar la perfección trascendiendo el mundo físico.

13 marzo 2009

La Naturaleza en los Presocráticos

La cultura occidental parte principalmente del mundo griego. Remitiéndonos a los orígenes de nuestra cultura podremos ver que elementos e ideas siguen presentes, y cómo éstas nos influyen a la hora de ver el mundo. En función de qué visión tengamos, nos expresaremos de manera diferente y crearemos diferentes productos artísticos y culturales.
Los presocráticos fueron un grupo de pensadores anteriores al filósofo Sócrates, que con el único instrumento de la razón intentaron dar respuesta a los problemas fundamentales del ser humano (metafísica), de dónde venimos, de qué están hechas las cosas, etc. Quizás, leyendo los escasos fragmentos que nos legaron, pudieran parecer ingenuos e infantiles; pero uno puede hacer la prueba e intentar predecir un eclipse, simplemente observando el cielo estrellado de las noches.
A los presocráticos se les denomina los peri fiseos ya que todas sus reflexiones giran en torno al concepto de fisis que generalmente se traduce por naturaleza. Así, una de las preguntas fundamentales será acerca del origen de las cosas. En este sentido, cada autor ofrecerá una respuesta diferente cuya explicación sea cada vez más satisfactoria y general. Sus respuestas no son tan infantiles, sino que obedecen a un razonamiento y el intento de dar una respuesta al margen de los mitos y leyendas constituyentes de las religiones.

En general, todos se sorprendían por el aparente orden en la naturaleza. Descubrir ese orden implícito implicaba conocer la naturaleza, y por tanto, predecir dichos cambios. Estos cambios eran importantes para la agricultura, el comercio y la guerra. Además de la idea de orden, está la idea de movimiento. El pensador griego se enfrenta a uno de los grandes debates tanto en física como en filosofía, y que desde el origen encerró paradojas como las de Zenón.

La primera escuela de pensamiento griego es denominada "Jónica" que partieron de la pregunta: ¿De qué están hechas las cosas?

Para responder a esta pregunta partían de varios presupuestos:

1. Hay cosas y éstas existen por sí mismas.
2. Estas cosas son naturales y se contraponen a las hechas por los hombres denominadas artificiales.
3. El punto común a estas cosas naturales es que todas ellas están hechas de la misma materia.


A partir de estas premisas podemos deducir que el ser humano se separa de lo natural en cuanto tiene la capacidad de hacer cosas. Por lo tanto, tiene una doble naturaleza: natural reflejada en el cuerpo, y otra espiritual que le confiere el poder de la creación.

El primer filósofo que se suele estudiar es Tales de Mileto (630-545 a.e. aproximadamente)
Para este pensador original, la sustancia universal de que están hechas las cosas es el agua. El mundo (Ouranos) era un organismo vivo compuesto por otros organismos más pequeños. La tierra era un organismo vivo, y también una piedra. La tierra flotaba en agua, y todo procedía de ella. El mundo fue creado por un dios a partir del agua.
El conocimiento astronómico fue bastante avanzado pues predijo un eclipse.

Anaximandro (610-546 a.e. aproximadamente) concebía el mundo como un gran cilindro


y todas las cosas proceden de lo indeterminado (to apeiron). A partir de esta noción de infinito, Anaximandro imaginaba infinitos mundos creados por un dios de naturaleza indeterminada. Lo creado tiene límites espaciales y temporales, mientras que el creador carecía de ellos.

El siguiente filósofo es Anaxímenes que recogía la idea de la tierra plana de Tales pero en vez de estar sustentada sobre el agua, la tierra estaba flotando en medio del aire (aer). La diferencia entre las cosas era debida a la densidad del aire. En función de la densidad tenemos cuerpos sólidos, líquidos o gaseosos. De Anaximandro recoge la naturaleza divina del origen.

Los dos siguientes pensadores se los suele estudiar dialécticamente. Parménides representa el discurso del ser así como todas sus características, mientras que Heráclito es el pensador del movimiento.

Parménides identifica el pensar con el ser. A partir de este presupuesto, lo real es lo que pensamos, y por el contrario, lo que observamos por medio de los sentidos es una ilusión, pues todas las cosas que vemos están sujetas al movimiento. El ser es inmovil, no puede pasar al no-ser, y por lo tanto, siempre es. Parménides abre la puerta del pensamiento abstracto que influenciará notablemente a Platón. La verdad reside en el pensamiento, en las ideas situadas al margen de nuestra experiencia. El conocimiento procedente del mundo es la mera opinión, mutable y falsa.
Heráclito es el pensador del movimiento, del fluir, del ser y no ser. Es un pensamiento que se opone al de Parménides y apuesta precisamente por lo que observamos. Sentencias como "no te bañarás dos veces en el mismo río" conducen a un pensamiento dialéctico necesario para justificar el movimiento. Para Heráclito, todo fluye, y el origen de las cosas viene del fuego.

La otra gran escuela presocrática es la pitagórica fundada por Pitágoras. Esta escuela se caracterizaba por la importancia que le concedieron a las matemáticas. Para estos pensadores las cosas son números. El orden de la naturaleza era aprehensible por medio de las matemáticas, y esta forma de ver la naturaleza va a predominar prácticamente hasta nuestros días. El descubrimiento de la armonía vinculada a la proporción nos conduce al canon de la naturaleza. Estos descubrimientos, como el teorema de Pitágoras les llevaron a creer en el poder místico de las matemáticas. La proporción aurea sería una de las consecuencias de la concepción matemática de la naturaleza, proporción que ofrece armonía, orden y belleza. Las matemáticas son el fundamento del ser, de la justicia y de la belleza.

La proporción aurea


Ver los siguientes videos:

http://www.youtube.com/watch?v=j9e0auhmxnc

http://www.dailymotion.com/video/x7l6vx_belleza-y-simetria-el-numero-fi_school

Lecturas:

http://rt000z8y.eresmas.net/El%20numero%20de%20oro.htm

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos_informaticos/concurso2002/alumnado/index.html#arriba